“La neurociencia es el estudio de cómo se desarrolla el sistema nervioso, su estructura y lo que hace. Los neurocientíficos se centran en el cerebro y su impacto en el comportamiento y las funciones cognitivas (del pensamiento), pero también investigan qué sucede con el sistema nervioso cuando las personas tienen trastornos neurológicos, psiquiátricos o del neurodesarrollo.”
(Fuente: revista Muy Interesante).
Teniendo en cuenta la definición anterior, cuando hablamos de neuroeducación (o neurodidáctica) hacemos referencia a una nueva disciplina que se nutre de todos los descubrimientos sobre cómo funciona el cerebro.
Además, puede ser trasladada a las aulas, promoviendo una nueva fórmula de aprendizaje basada en la curiosidad y en la emoción. Estos dos elementos son clave pues, sin ellos, no existe un aprendizaje real y duradero.
Entre las dificultades de aprendizaje de los NAS, hemos comentado cómo muchas veces presentan bloqueos de aprendizaje.
Aquí nos centraremos en abordar cómo los videojuegos nos pueden ayudar en el aula. Disfrutamos con ellos,- también los adultos-, porque experimentamos sensaciones nuevas, nos enganchan y entretienen.
Pero, ¿os habéis preguntado el por qué?
Los videojuegos son una herramienta interesante para trabajar problemas de aprendizaje en los NAS
Para Judy Willis, neuróloga especializada en temas de aprendizaje, la estructura de los videojuegos puede aplicarse de forma eficiente a la enseñanza.
El funcionamiento de los mismos, en el que se plantéa un desafío que requiere de un esfuerzo para lograr un premio, hace que avancemos progresivamente pasando al siguiente nivel de dificultad.
Por tanto, se trata de poner retos alcanzables y, si no me sale a la primera, voy poco a poco con la motivación de saber que obtendré una recompensa cuando llegue al nivel máximo.
Este interés genera en el cerebro una sensación placentera y …
¡¡EUREKA!!
Es en este momento de éxtasis en el que entra en juego la dopamina, -una especie de mensajero químico-, que es el neurotransmisor del sistema nervioso central, esto es, del cerebro).
Una de sus funciones más importantes es la de regular el aprendizaje, en concreto, nos referimos al aprendizaje “por condicionamiento”.
Consiste en que las neuronas responden cuando se les presenta una recompensa inesperada (como ocurre en los videojuegos cuando después de hacer una elección comprobamos que hemos acertado). El cerebro libera dopamina y nuestra motivación aumenta, queriendo repetir esa experiencia.
De lo que se trata es de poder aplicar estos conocimientos que tenemos y aplicarlos con los estudiantes.
En el caso de los NAS que tienen algún bloqueo como consecuencia de haber sufrido alguna dificultad o experiencia negativa, podemos probar a trabajar con ellos a su ritmo, ofreciéndole retos alcanzables y que puedan además aprender de sus errores.
Es importante que vean que progresan, que pueden conseguirlo con esfuerzo y perseverancia. Y no sólo el premio del juego, si no todo aquello que se propongan durante su vida académica.
La neuróloga norteamericana Judy Willis, tras muchos años de profesión, se dio cuenta de que muchos niños que llegaban a su consulta en realidad no tenían nada.
Preocupada por ello, quiso descubrir qué pasaba y estudió magisterio para ser maestra y poner sus conocimiento al alcance de las escuelas.
Para saber más sobre este interesante tema, podéis consultar en internet este artículo sobre videojuegos y neuroeducación: “El modelo de los videojuegos es una de las mejores estrategias de enseñanza”.