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Cada niño es diferente. Y su forma de asimilar los conocimientos de la escuela también. No todos aprenden a la vez ni al mismo ritmo. Los NAS necesitan más tiempo porque procesan la información de forma profunda.

Este puede ser uno de los problemas de los niños sensibles en el colegio si no se tiene en cuenta.

“Megan no es una mala estudiante. Sencillamente, se distrae. En lugar de oír a su maestra, ella está ocupada pensando en algo ; quizás, en una discusión molesta que tuvo con sus amigos en el recreo. No quiere estar ausente; simplemente no puede evitar la necesidad de pensar”.

-Jamie Williamson-

Esta cita pertenece al libro Comprendiendo al niño altamente sensible, un texto de apenas  cincuenta páginas en el que se describe en qué consiste el rasgo de la alta sensibilidad a través de ejemplos prácticos muy recomendables, no sólo para los padres y cuidadores, sino también para la comunidad educativa.

En este fragmento, Williamson pone de manifiesto uno de los problemas de los niños sensibles en el colegio que suelen observarse con frecuencia.

Pero ¿cuáles son esos problemas de los niños sensibles en el colegio?

Para la psicóloga infantil Coks Feenstra, como explica en este artículo que escribió sobre los niños altamente sensibles en el colegio, la falta de atención de muchos NAS en clase era el motivo por el cual eran remitidos a su consulta para descartar déficit de atención y/o hiperactividad.

En mi experiencia personal con mi hijo, este tema también me preocupaba.

Recuerdo cómo en cada reunión con las maestras de mi hijo Jonás siempre destacaban su capacidad de desconexión durante la clase.

Se dedicaba a pensar en sus cosas -no parecía aburrido- y , cuando volvía a prestar atención, se encontraba desorientado porque se había perdido gran parte de las explicaciones.

Debía estar “en la luna”,  en Marte o yo qué  sé adónde viajaba su mente. Por ello, a la hora de hacer los deberes tenía dificultades para realizarlos porque no se enteraba de nada. Pero no sabíamos el por qué.

Descartamos con una psicopedagoga que tuviera déficit de atención.

No fue hasta que Jonás tuvo 9 años que descubrí cual podría ser la causa: su alta sensibilidad.

Conocer la existencia de esta forma de ser y buscar información sobre ello para ayudarle supuso un antes y un después, un alivio al saber que a Jonás no le pasaba nada.

“El niño con alta sensibilidad necesita desconectarse en clase, ya que le desbordan todos los estímulos a su alrededor: el griterío de los niños, las explicaciones de la maestra, los movimientos de las sillas, etc. Su conducta no se debe interpretar como una protesta para colaborar. En realidad al niño con alta sensibilidad le iría bien estar en un aula con pocos niños”, señala Coks Feenstra.

Pensamiento asociativo

Aunque no todos los niños de alta sensibilidad presentan problemas en la escuela (muchos de ellos serán muy buenos estudiantes y  tendrán un buen comportamiento en clase), sin embargo los NAS son diferentes a la hora de aprender.

Gracias a la neurociencia, sabemos que hay una relación muy importante entre las emociones y los procesos de aprendizaje.

Como los NAS se sobreestimulan antes debido a que su cerebro recibe más información sensorial del entorno, esa saturación puede convertirse en ansiedad, estrés o aburrimiento, por ejemplo.

En estas condiciones es difícil razonar y asimilar las explicaciones del profesor. Sin embargo, cuando el niño se siente cómodo y relajado dentro del aula está preparado para aprender.

Por otra parte, tienen un pensamiento asociativo, que suele ser uno de los problemas de los niños sensibles en el colegio.

Esta forma de razonar consiste en ir de una idea a otra sin un orden establecido ya que la cabeza de un NAS está, digamos, un poco “enredada”.

Es importante ayudarles a tener una buena organización de pensamiento porque, aunque a veces puedan ser incapaces de atarse los cordones de los zapatos, sin embargo en situaciones complicadas pueden sorprendernos encontrando una solución genial que no se le había ocurrido a nadie.

Es importante ayudarles a tener una buena organización del pensamiento

Tienen tendencia a desconectar fácilmente de la realidad cuando se sienten agobiados en clase.

La consecuencia de esto es que cuando vuelven a prestar atención el profesor ya ha retomado las explicaciones y se encuentran desorientados.

Nieves García-Valiño, una de las ponentes  de “El rasgo de la alta sensibilidad a flor de piel, para bien y para mal” (Encuentro de orientadores CEU en Elche, 2018) señala que nunca se deben realizar afirmaciones definitivas sino proporcionarles los materiales necesarios para que sean los propios padres los que averigüen si su hijo es altamente sensible, aconsejándoles consultar con expertos en la materia si fuera preciso.

“Nosotros sólo somos maestros”, concluye García-Valiño.

Pero no siempre es fácil explicar en la escuela las características de un niño o niña de alta sensibilidad.

El desconocimiento del tema por parte de los docentes dificulta esta labor. Dependerá también del momento y del grado de interés e implicación que muestre el maestro/a de tu hijo/a.

Para que disponga de más recursos para entender y -atender- mejor los problemas de los niños sensibles en el colegio, en Consejos para el profesorado tenéis más información.

 

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