La escolarización de los niños altamente sensibles es un momento «crítico» porque tienen que gestionar muchos cambios y situaciones nuevas.  La actitud de los padres a la hora de enfrentarse a este desafío será clave para superar el primer año de los niños pas en el colegio.

Lo reconozco. No soy la mejor de las fotógrafas.

Y mira que siempre me ha gustado sacar fotos. Sólo Dios sabe cuánto dinero me habré gastado en ellas cuando había que comprar un carrete que, posteriormente, necesitaba ser revelado. Y esperar unos días para recogerlas.

Y lo peor era la desilusión cuando abrías el sobre y algunas no salían como esperabas… ¡Cachis, que me ha salido borrosa!

La foto que ilustra este post es la única que tengo del primer día de cole de mi hijo altamente sensible Jonás. Era septiembre del año 2008 y estaba a punto de cumplir su segundo año de vida. En la escuela disponían de un aula de 2 años y, como no había ido nunca a guardería, nos pareció que ya era el momento de que se fuera familiarizando con el entorno escolar. En aquellos tiempos, desconocía qué era esto de la alta sensibilidad.

La imagen no es muy buena, pero la tengo un cariño especial. La culpa de que esté desenfocada no es de los niños. O por lo menos, mi hijo no se estaba moviendo en ese momento. Era yo que, como ya os he comentado, pues no soy la mejor reportera gráfica.

Fe de errores 

En mi defensa, os confieso que dicha foto la saqué «deprisa y corriendo» (no recuerdo si por aquel entonces se podían o no hacer fotos dentro del cole).

Lo que sí recuerdo es que dejé a Jonás en el aula tranquilo pero, sin avisar, me di la vuelta rápidamente porque a la que le daba penita dejarlo allí era a mí y no sabía si iba a ser capaz de contener las lágrimas.

¡Error! SIEMPRE hay que despedirse de los peques.

La única vez que lloró fue cuando, una vez terminados los días de adaptación, le llevé a la parada del autobús del cole y al querer subirlo comenzó a rebelarse. Un niño más mayor vecino del barrio -y  al que Jonás conocía-, lo invitó a sentarse junto a él. Todavía con lágrimas en los ojos, el autobús arrancó con mi niño y se marchó con él rumbo a la escuela.

Y me sentí fatal y culpable. Sí, culpable ¿qué raro verdad, mamás pas?

Culpable por no haberme dado cuenta de que el niño NUNCA había ido en un autobús, ya que siempre viajaba conmigo en coche y claro, aquel transporte tan grande y sin mami asustaba un poco …

Error nº2 ¡Explícale qué es un autobús!

No soy perfecta, ¡qué le vamos a hacer! Una servidora, con hacer lo que buenamente podía con los conocimientos que tenía en ese momento, tenía bastante. Ya me he perdonado, que no es poco.

Ideas para superar el primer día de los niños pas en el colegio

Torpezas aparte de la mamá que escribe, cuando llega el día en el que dejamos a nuestro peque en la escuela, es necesario conocer que muy probablemente la sobreestimulación hará acto de presencia en el comportamiento de nuestro NAS.

Es una de las características, de los 4 pilares que estableció la psicóloga Elaine Aron para determinar si un niño puede ser o no altamente sensible.

Y creo que es la más difícil de gestionar, sobre todo cuando son muy pequeños y no saben decirte qué les pasa.  Un estrés que va acumulando desde que se levanta por la mañana y hasta que entra por la puerta del centro escolar. Y suma y sigue …

Los cambios y las situaciones nuevas son una fuente importante de sobreestimulación para un NAS

Esto se debe a que tiene que gestionar muchos cambios y situaciones nuevas. Y, como sabemos, un niño/a altamente sensible capta más información y le da muchas vueltas a las cosas por la manera en que funciona su cerebro. Unido a su gran imaginación, tener que enfrentarse a ese primer día en la escuela es un reto importante para ellos.

¿Pero, cómo podemos ayudarles?

  • RUTINAS. Les dan seguridad y son muy importantes para poder llevar mejor los cambios que se avecinan. Sobre todo, las relativas al sueño y a la hora de levantarse. Es necesario tener en cuenta su ritmo, -los NAS no son niños rápidos-, y necesitan su tiempo para despertarse, vestirse y desayunar tranquilos. Es frecuente que sientan dolores de tripa (a Jonás le pasaba muy a menudo) sin ningún motivo aparente. Esto es porque suelen somatizar sus emociones, nerviosismo por ir al cole, las prisas si vamos mal de tiempo y perdemos el autobús, etc.
  • Podemos explicarles unos días antes qué se va a encontrar allí. Dar una vuelta cerca del cole para que se vaya haciendo una idea; hacer el recorrido a pie con el niño/a si no va en coche o transporte; también que habrá muchos más niños como él que también echarán de menos a mamá y algunos necesitarán llorar; transmitirles tranquilidad porque los profes cuidarán de todos ellos; que tendrá amigos y muchos juguetes, etc.
  • Un aula de infantil suele estar decorada con muchos colores, dibujos, juguetes, mochilas etc. que suponen un plus de estimulación para un NAS. Además de los ruidos que no podemos evitar cuando hay tantos niños juntos en clase. Lo ideal es encontrar un cole pequeño, que no esté masificado y con una decoración sencilla. Pero esto no siempre es posible. Por ello, importante el primer punto: es vital que no venga el niño ya «cargado» de casa porque el cole puede hacer que se desborde emocionalmente según pasan las horas.
  • En los primeros días, yo no comentaría con el maestro/a que el niño es altamente sensible. Probablemente desconoce el tema y creerá que eres una madre sobreprotectora que quiere que le dedique una atención especial a tu hijo. No tiene por qué ser un día traumático. Además, no es el momento más adecuado porque todavía no les conoce. Pasado un tiempo, si el niño llorase mucho o tuviera algún tipo de problema que os preocupe, podéis darle algunas recomendaciones sobre aquellos aspectos que más pueden  incomodar al pequeño pas: música muy alta, llantos de otros niños, juegos en grupos grandes, demasiados juguetes alrededor. Menos es más.
  • Ser puntuales a la hora de recogerles. Si todos lo niños pequeños sufren cuando no ven a sus padres a la salida del cole, para un NAS es un estrés añadido que no podemos permitirnos. Mi hijo Jonás, ya bastante crecidito cuando iba a clases particulares con 8-10 años, no soportaba que llegara tarde.
  • No mentirles o decirles que todo es muy bonito en el cole, que se lo va a pasar muy bien … ser realistas y que sepan que a veces no estarán cómodos y es normal. No a todos los niños les encanta el cole.
  • Vestirlos con ropa y calzado cómodo. Quitar las etiquetas que puedan resultar molestas y es preferible el uso de zapatillas deportivas que zapatos más rígidos.

Y tú mamá, también tienes retos que superar 

No sólo los niños pas en el colegio tienen retos a los que hacer frente al comienzo de la etapa escolar. Tú, mamá, papá o quien se encargue del pequeño también tiene un trabajo personal que hacer. Como dice Bea Sánchez, del blog Mamá Valiente, nosotros podemos hacer muchas cosas para ayudarles a gestionar esa nueva situación desconocida para ellos/as. Puedes leer sus consejos en este artículo: Al cole sin llorar. Alta sensibilidad y colegio.

«Dado que los NAS son expertos absorbiendo emociones, podemos proporcionarles unas emociones de seguridad con nuestra actitud. Pero no cabe fingir cuando hay amor. Así que nos toca mentalizar a nuestra parte temerosa y confiar en que realmente nuestro hijo tendrá grandes días en esa escuela», afirma.

Si sabemos que los niños de alta sensibilidad se caracterizan por ser más conscientes, capaces de leernos la mente y contagiarse de nuestras emociones, es responsabilidad del adulto aprender a gestionar cómo nos sentimos nosotros/as a la hora de separarnos de nuestro hijo/a. Si estamos contentas y confiadas en que todo saldrá genial, no nos montamos películas mentales de lloros y dramas con los niños, es probable que todo fluya con normalidad.

Yo le acompañé hasta su clase.  Pude sentir la emoción en sus ojos al ver todos los juguetes que allí había y enseguida cogió uno. Me di la vuelta porque se me hizo un nudo en la garganta. Comencé a tragar saliva  y quise irme dejándole contento, no fuera a ser que se pusiera a llorar y yo detrás…

Me quedo con el recuerdo de su carita en esta foto y de esa bata larga que estrenó en su primer día de cole y que a su mami primeriza imperfecta no se le ocurrió recoger y le quedaba enorme.

Pero estaba tan guapo, que sólo le faltaba una varita mágica en la mano para parecer de la familia del mago Harry Potter, jajaaa…

Que tengáis una vuelta al cole estupenda y la disfrutéis sin dramas. Todo irá bien. ¡Seguro!

Con cariño, Mamá Yomime