En el Día de San Valentín, no quisiera desaprovechar la oportunidad de compartir por aquí algunas reflexiones y confidencias sobre el amor entre los más pequeños. Y es que este sentimiento no es exclusivo de los adultos. Nuestros hijos e hijas también se enamoran porque el amor, también es cosa de niños. Siendo altamente sensibles, puede ocurrir que la intensidad de sus emociones les desborde y no sepan gestionarlas.

Recuerdo un 14 de febrero como hoy, en el que mi hijo tendría cinco o seis años. Acompañé a Jonás a la parada del autobús del cole como todos los días. Allí estaba también una niña de su clase, – y vecina del barrio- esperándole con un regalito que ella misma había hecho para mi hijo.

Tímidamente se lo entregó, susurrando : “Feliz día de los enamorados”.

La magia del momento se rompió cuando Jonás, que no había escuchado bien lo que le decía, se excusó diciendo que es que tenía “cera en los oídos”.

Mi futura “consuegra” y yo nos mirábamos sonriendo por la escena tan cómica que estábamos presenciando.

Pedí disculpas en nombre de mi niño por no haber “correspondido” en una fecha tan señalada y prometimos prepararle un detallito para otro día.

Desde que se conocieron, siempre hubo cierta química entre ambos.

Fueron juntos al cole, desde infantil pero … ¿Cómo puede ser que tuvieran esos sentimientos como si fueran una pareja «adulta», tan serios y comprometidos con su “relación”? Aunque eran muy pequeños, sin embargo sus emociones eran muy intensas: la forma en que Jonás la miraba, ciertos celos cuando ella se “hizo novia” de otro niño, esa admiración mutua que se tenían llamaban mi atención.

El amor es un sentimiento universal que no entiende de edades

En Crecer Feliz señalan que como padres y madres, es nuestra labor ayudarles a vivir esa ilusión que sienten -sean o no NAS- y nos ofrece una serie de consejos a tener en cuenta:

  • Tómale en serio. No le digas “aún eres demasiado pequeño para enamorarte”, ya que esto implica que no aceptas sus sentimientos.
  • Escúchale. Intenta comprenderle y ponerte en su lugar. Estar enamorado le provoca sentimientos desconcertantes que querrá explicar y compartir.
  • Guarda sus secretos. Trata lo que te cuente con confidencialidad. No le gustará oír cómo se lo cuentas a la abuela, por ejemplo, sin su permiso.
  • Cuídale. Ten presente que estar enamorado le hace vulnerable: puede que sus compañeros se rían de él. No se te ocurra gastarle bromas sobre su amor.
  • Apóyale cuando llegue la desilusión: ella le ha dejado o prefiere a otro. Esta decepción puede afectar y entristecer a tu hijo. La “novia” se había convertido en una figura de apego muy fuerte y el rechazo le resulta realmente doloroso.

El “primer amor” de Jonás ya no vive en el barrio. Es una lástima, me hubiese gustado saber el desenlace de esta historia. Deciros que le regalamos una postal decorada por nosotros para que ella también tuviera su regalo de San Valentín.

Jonás no sabía muy bien cómo decorarla y fue nuestra vecina de enfrente, de su misma edad, quien le ayudó con la tarea. Se la entregamos unos día después y le gustó mucho. Además, en cuanto vio a mi vecina, se la acercó para darle las gracias a ella también al saber que había contribuido a realizarla. Todo un detalle.

Para finalizar, os comparto este vídeo de la web «Algodón entre las flores» sobre personas altamente sensibles y el amor. Para cuando nuestros hijos crezcan, que será antes de lo que quisiéramos …

Mamá Yomime