Saber que tenemos un niño que se comporta de forma algo diferente al resto y no saber por qué nos desconcierta. Descubrir cómo son los niños altamente sensibles nos permite poder ayudarles.

Al igual que “Hamlet”, el conocido personaje creado por Williams Shakespeare, los padres y madres tenemos dudas sobre si estamos haciendo lo correcto en la crianza de nuestros hijos e hijas. Sentir que tenemos un niño diferente al resto y no entender qué le pasa puede resultar muy angustiante.

Por ello, tener la información adecuada resulta de vital importancia. Ser o no ser NAS, ésa es la cuestión a la que intentaremos responder aquí.

Sabemos que cada niño es único e irrepetible. Sabemos también que la sensibilidad del procesamiento sensorial, descubierta por la psicoterapeuta Elaine N. Aron, es un rasgo de la personalidad con el que nacen alrededor del 15-20% de las personas.
Tienen un sistema sensorial más fino, por lo que su cerebro recibe del entorno una mayor cantidad de información que estimula sus sentidos hasta llegar a saturarse. Es algo genético, es decir, que se hereda de alguno de los progenitores o de ambos (e incluso de otros familiares cercanos: abuelos, tíos…).

Entender cómo son los niños altamente sensibles

Todo el mundo es algo sensible pero para ser considerada como una persona con alta sensibilidad, han de cumplirse cuatro aspectos básicos. Para poder entender cómo son los niños altamente sensibles, os recomiendo leer  “El don de los niños con alta sensibilidad”. Escrito por la psicóloga Elaine N. Aron, serían los siguientes:
  1. Profundidad de procesamiento: es la tendencia a reflexionar de forma profunda, sin poder evitarlo. Sopesan todas las opciones, por lo que tardan más en tomar una decisión. Son más precavidos, utilizan un lenguaje maduro para su edad, con un vocabulario rico y hablan de forma educada.
  2. Sobre estimulación: físicamente, se agotan antes por la gran cantidad de estímulos que captan del exterior y necesitan desconectar. Se saturan y les genera estrés. Hacer descansos es fundamental para recuperarse.
  3. Reactividad emocional y empatía: las emociones la viven de forma profunda, les afecta todo de una forma más intensa y durante períodos más largos de tiempo. Destacan por su amor por la naturaleza, los animales; tienen un alto sentido de la justicia y de los valores.
  4. Sensibilidad ante los estímulos externos: las luces brillantes, ruidos, olores, aglomeraciones de gente, determinados tejidos o las etiquetas de la ropa les incomodan.

Un cerebro diferente

Todos los niños son muy emocionales pero es a partir de los siete años cuando comienzan a ser más conscientes de esos sentimientos. El cerebro humano está dividido en dos hemisferios. El izquierdo es el responsable de la parte lógica, mientras el derecho atiende nuestras emociones.

En los niños con alta sensibilidad es este hemisferio derecho el que se muestra más activo. De la integración de ambos hemisferios dependerá el correcto desarrollo de la inteligencia emocional de los NAS.

 

El hemisferio derecho del cerebro es el responsable de las emociones.

Un niño altamente sensible sabe que es diferente, aunque no sepa muy bien el por qué. Se trata de un nuevo tipo de personalidad, una categoría que como explica Elaine N. Aron “se parece más a ser diestro o zurdo”, es decir, tu hijo es un NAS o no lo es.
Puedes realizar aquí un test que te dará algunas pistas, aunque tampoco es una herramienta definitiva.

La alta sensibilidad NO es un trastorno

En ocasiones, puede confundirse este rasgo con algún trastorno: déficit de atención, autismo o trastorno bipolar, entre otros. Muchos profesionales y terapeutas desconocen qué es la alta sensibilidad, ya que es algo bastante reciente, por lo que se puede diagnosticar erróneamente a los niños.
Como padres de un posible niño altamente sensible, tenemos que informarnos y sacar nuestras propias conclusiones o incluso recurrir a profesionales que trabajen este rasgo.
En definitiva, encontrar la fórmula que mejor se adapte a cómo son los niños altamente sensibles y al entorno en el que nos movemos. Aprender a interactuar con el resto de la sociedad desde el respeto mutuo evitando aquéllas situaciones en las que no se sienta cómodo.
Necesita ser aceptado y no ver su sensibilidad como algo negativo, sino como un “superpoder” que le puede llevar muy lejos en la vida.
Ser o no ser un Niño Altamente Sensible (NAS) … ¿lo tienes ahora un poco más claro? En esta web tienes mucha más información para salir de dudas.